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Los niños y niñas recuerdan cómo ha sido la convivencia en el aula durante
los primeros días del año, qué dificultades han tenido y porqué creen que se
han dado, usando un organizador para plasmar sus ideas:
Situación de
dificultad en la convivencia
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Posibles razones por las que se
dio la situación
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Se forman equipos de trabajo
mediante la dinámica “el Barco se hunde” para formar grupos de 7 integrantes.
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En cada equipo dialogaran sobre las situaciones que ha encontrado y sus
posibles razones, en un tiempo determinado, solo dos integrantes las
contaran. Para esta actividad los estudiantes se ubicaran en media luna.
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Se indica a las niñas y niños que al momento de presentar sus situaciones
lo hagan con voz clara y audible de tal manera que todos sus compañeros los
escuchen.
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Los niños y niñas organizan las situaciones con ayuda del docente si
fuese necesaria, con la finalidad de juntar aquellas que son similares, de
manera que tengan una lista más acotada.
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Los estudiantes responden a la siguiente pregunta: ¿cuáles de esas
situaciones son las que ocurren más seguido y deberíamos evitar que sigan
sucediendo?
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Mediante la lluvia de ideas, los estudiantes eligen cuatro o cinco situaciones
que sean más urgentes de trabajar como grupo para mejorar la convivencia.
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Se plantea la siguiente interrogante: ¿qué acuerdos podemos asumir todos para
mejorar cada una de las situaciones?
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Una vez acordadas por consenso estas normas, se pregunta: ¿qué título le
podremos dar?
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Se acompaña a los niños a leer las normas acordadas, para asegurar que estén
bien escritas y que se entiendan.
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Cada grupo pasa a limpio y decora una de las normas. Podemos sugerir que
lo hagan en tiras de cartulina de colores diferentes, al igual que el título.
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Colocan los acuerdos de convivencia en un lugar visible del aula.
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Se recuerda que las normas son de trabajo
diario y que, por eso, serán parte de sus propósitos del día y se evaluarán
constantemente para saber cómo vamos avanzando en nuestra mejor convivencia.
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